miércoles, 7 de enero de 2009

salutación (para los que recién empiezan el año)

Año nuevo en la sangre de los asesinados.
Año nuevo en la sala de torturas
y en el ojo del hombre prisionero
donde un tiempo sin sol hace su nido.
Año nuevo en la mesa del tirano
y en la percha vacía del destierro.
Año nuevo en la madre y en el hijo
separados tan sólo por un puente.
No tienen año nuevo los pueblos como el mío:
será nuevo paisaje, pero la misma ausencia;
será pañuelo nuevo, pero la misma lágrima;
será nueva mortaja, pero distinta muerte.
Pero violo el contrato con mi alma
y créceme en el pecho un abrazo tremendo:
felíz año, arbolito de mi calle,
feliz año, baúles de mi casa...
Que tenga feliz año
la sombra ya sentada de papá,
los sueños nacionales, las gaviotas y el mar.

Feliz año, dolor,
rabia del pueblo, odio del justo,
cólera del santo;
feliz año fusil
enseñame a cantar los años nuevos.


"salutación" es uno de los poemas más hermoosos, nostálgicos y combativos de Juan Gonzalo Rose, ese poeta tan comprometido con la sociedad Latinoamericana en general, y con la peruana, en particular. Lo escribió en el exilio en México y forma parte de su poemario "Canto desde Lejos". Y lo he traído a la memoria a propósito de los sucesos que insultan el sentido común en Medio Oriente, en Gaza para ser más precisos, donde, como hemos podido ver en los últimos días, está ocurriendo una masacre, una matanza principalmente de civiles -y entre ellos la mayor parte son niños y mujeres-. ¿Qué espera el mundo para reaccionar ante tal abuso de poder? ¡Qué esperamos todos para parar la pérdidas de vidas en un pueblo que sólo busca ser un Estado en su tierra! Sabemos que nuestros gobiernos en este lado del mundo no sentarán una posición firme al respecto, sino que sólo expresarán su tibiesa a consecuencia de la sumisión que tienen ante la banda que dirige los Estados Unidos de Norteamérica y, también, -por qué no decirlo- la pleitesía que le rinden a los poderosos grupos económicos que son de origen judio en muchas naciones de América y Europa.

Señor Alan García, primer mandatario del Perú, retire a nuestro embajador de Tel Aviv, como una acción de protesta, de indignación, si no es con usted la cosa, hágalo por la gente que aún siente respeto por la vida humana. En estos momentos quisiera escuchar a Mario Vargas Llosa diciendo algo, así sea alguna burrada en El País. Porque nos sorpendería si condenace este nuevo holocausto. A todos los líderes de opinión, me gustaría escucharlos hablando sobre el tema, porque reflejarían sus grandezas y sus pequeñeces al público. En suma, quisiera que Jahvé se haga algún milagro y detuviese a su pueblo. Para poder creer recién aquello que me repetían en la infancia, eso de que ese Dios perverso y violento del Antiguo Testamento o Antiguo Pacto se convirtió en ese Dios de amor que proclamó Jesucristo a orillas del Jordan.
PD. También es condenable que Hamás siga lanzando cohetes en la frontera sur con Israel, y que exponga a su pueblo al terror sionista.

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